Mi vestido hoy cae por decisión propia,
Me he adueñado de mi cuerpo
Y de los suaves movimientos que puedo entregar.
Mi pelo hoy acaricia tu pecho.
Hoy consiento que en esta habitación mande el amor.
Hoy me entrego
¡NO!
Hoy me pertenezco
Y disfruto del dulce acto de la intimidad.
Mi cama, mi templo,
Donde invito a rezarle a Afrodita,
Donde invito a recitar a Safo,
Donde invito al arte a crear poesía,
Donde invito a tus manos a que me quiten el vestido.
Charlotte Von T.