19 de mayo de 2019

SER O NO SER... FEMINISTA.

En esta entrada del blog, básicamente cuento parte de mi historia con el feminismo y lo que me motiva en torno a esto.

Imagen relacionada
Creo que muchas veces cuando era pequeña me cuestioné actos machistas de mi familia, amigos, conocidos y extraños, me cuestioné sobre mi misma y desee (más veces de las que me gustaría admitir) ser hombre, viví diversos tipos de violencia sin considerarlas como tales, pero nunca supe o consideré relevantes términos como feminismo, aborto, violación, patriarcado, machismo, género, sexo y muchos más. No puedo hablar de mi infancia ni que de niña me cuestionaba ciertos roles que veía en las personas que componen mi círculo más cercano, aunque haga memoria de esos días, estoy en un alto porcentaje convencida de que me parecía "normal" cada una de las labores de mi abuela, de mi mamá, de mis tías.
En mi juventud, pensaba en amores, pensaba en rock and roll, pensaba en mis estudios, en que me gustaba escribir, y que debía elegir pronto a qué me dedicaría el resto de mi vida. Nada de otro mundo. Escuchaba a mis compañeras hablar bien y muy mal de otras chicas, escuchaba a mis compañeros hablar sexualmente de otras chicas, probablemente yo también hablé mal de mujeres y fui cómplice de todo al escuchar y no hacer nada al respecto para evitarlo. Insisto en que aunque me incomodaba mucho, eran normal, cotidiano. Además, el decir algo como "está mal lo que dices", "no te refieras así a una mujer", "piensa en que tienes mamá y hermanas", era considerado cartucho (conservador).

Conforme crecí y terminé mi educación media, salí de mi pueblo/ciudad y fui a realizar mis estudios universitarios a otra ciudad un poco más abierta a diversos temas, empecé a cuestionarme muchas cosas. Vi situaciones violentas que me disgustaban de sobremanera, profesores que hablaban sin ningún pudor de mujeres, mujeres que cuestionaban la decisión de otras mujeres de no ser madres, no querer casarse o de abortar de ser necesario. Me sorprendía cada vez que encontraba una noticia sobre abusos, violaciones, maltratos y marchas de mujeres, la cantidad de comentarios negativos, ofensivos y misóginos, incluso en mi familia escuchaba y leía comentarios muy desagradables.

Cada vez que salía el tema y no decía nada me incomodaba,  habían marchas y charlas no tenía con quién ir (era nueva en la ciudad) no quería ir sola, pero poco a poco se fueron abriendo espacios de conversación con mis compañeras, encontré libros, estudios, documentales, relatos verídicos e incluso cuentas de instagram que me informaban sobre lo que estaba pasando, lo que se estaba viviendo y que, por supuesto, no era reciente, era histórico. 
Creo que me empecé a meter más en el movimiento y sus demandas cuando fui a mi primera marcha (yo, siempre reacia a meterme en conflictos), era algo que deseaba, estar ahí, ver qué sucedía, qué se decía, etc. Menos mal algunas compañeras de carrera también querían ir así que fuimos en grupo. Fue fantástico, nada de los desordenes y "exhibicionismo" que decían se realizó, gritamos, cantamos, saltamos, levantamos carteles y caminamos por la ciudad frente al público que desde las veredas fotografiaba, apoyaba o era indiferente. 
Desde ese día supe en el problema que me había metido, debía cuidar lo que decía porque existía una idea negativa tras la palabra feminismo, sabía que cada vez que alguien dijera algo en contra del movimiento o sus demandas esperarían a que yo respondiera, sabía que me preguntarían por aspectos del feminismo que hasta el momento no manejaba o que si yo decía algo negativo sobre una mujer se me trataría de falsa y de "seguir la moda". 
A pesar de apoyar el movimiento, en ese tiempo, nunca me dije a mi misma feminista. Investigué nuevamente, busqué escritoras que se relacionaran con el término o con la lucha que históricamente hemos llevado las mujeres y, por supuesto, conversar con personas que entendieran y supieran más de esto, testimonios, etc. 
Pero más allá de eso, empecé a repensarme a mí misma, lo que había vivido hasta ese momento, lo que me cuestionaba y lo que no, lo que había aceptado como "normal", lo que veía en mi casa, en mis amigas y amigos, en mis compañeras, profesores, en la comunidad universitaria en general y en las calles cada vez que salía y alguien me decía algo ("piropeaba"), susurraba o gemía cerca mío, cada vez que en la micro o en los buses estuve incómodamente cerca de un hombre. Me cuestioné todo y entendí que no podía seguir evadiendo algo que encontraba a esa altura como una responsabilidad.

Lo primero que hice fue buscar qué es el feminismo, encontré muchísimas definiciones y luego supe que habían feminismos con "apellido", es decir, tipos de feminismo o ramas del feminismo (como quieran llamarle).
Resultado de imagen para igualdadComprendo el feminismo como un fenómeno cultural, ideológico, transformador y comunicacional que desde la ocupación de los espacios públicos busca interactuar en múltiples direcciones e irrumpir en una sociedad construida desde y para el patriarcado(1) para lograr posicionar a mujeres y hombre  en igualdad de derechos y deberes. Según Nuria Varela (2008) es un teoría y una práctica política femenina basada en la justicia que se articula desde la filosofía y a la vez como movimiento social de masas. Celia Amorós (citada por Acuña, 2019) señala que “El feminismo es la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, en tanto seres genéricamente humanos”.
Hace un par de siglos (aunque hay datos que llegan hasta la Edad Media), las  mujeres empezaron a repensar y reflexionar sobre su papel en la sociedad y tomaron conciencia de las discriminaciones con que vivían por el hecho de ser mujeres; a partir de eso decidieron organizarse para revertir esto y cambiar la sociedad.(2)

Por supuesto, a medida que fui estudiando el feminismo, conociendo su historia, sus demandas,  su evolución, etc., fui formando mi pensamiento en torno a diversas autoras, participé en marchas, escribí sobre el feminismo, plantee el tema en mis cursos de la universidad, conocí diversas autoras, mostré mi postura frente a lo que sucedía y sigue sucediendo con las mujeres y mi indigné con lo que nos hacen día a día. Mi pensamiento tampoco está completamente definido, sería tonta si me cierro a nuevos conceptos, nuevas visiones, pero poco a poco voy aprendiendo y desaprendiendo.

Para no alargar más esto quiero señalar que es difícil decirse a uno misma feminista, sobre todo cuando los conceptos, las teorías y todo va cambiando constantemente. Creo que es más que un concepto ligado a un movimiento, es una forma de posicionarse frente a la sociedad, es un acto político, emancipatorio, reivindicador, resignificador de el ser mujer. Aunque suene cliché, el que pueda escribir y publicar esto ahora es precisamente gracias al feminismo.


Entre ser y no ser feminista, prefiero serlo. 

Soy feminista porque en algún momento empecé a cuestionar todo: lo que ocurría entre los hombres y las mujeres de mi familia, el puesto de poder al que podía o no acceder siendo mujer, los cánones de belleza, la competitividad que se esperaba que hubiera entre las mujeres; el amor romántico, la posesión, las relaciones heteronormadas, los roles sociales, el género, el cuerpo, la doble moral de los pro-vida, las muertes por abortos clandestinos, el querer o no ser madre y esposa; Lo que me enseñaban en la universidad o lo que mis profesores decían sobre las mujeres o el feminismo.
Porque creo que los medios de comunicación nos muestran un mundo gobernado por hombres, en el que si una mujer gobierna, este mundo se vuelve caos. 
Porque puedo votar, opinar, escribir, elegir mi pareja y conocerla y no me venden a un hombre (algo que no en todo el mundo pasa), porque puedo estudiar, salir sola sin pedir permiso a un hombre, porque puedo trabajar, y aunque no hay igualdad en todo hay muchas cosas que si puedo hacer gracias al feminismo.

Soy feminista porque me cuestioné el ser mujer y en algún momento desee haber nacido hombre ya que todo habría sido más fácil y no quiero volver a decirlo o pensar en eso de nuevo, porque todavía tengo miedo de que alguien me tome por detrás y me aleje hacia algún lugar solitario, me viole, me golpee y mate.
Porque quiero que tu pareja te respete, porque quiero que tu hijo o hija nazca en una familia y se eduque no como un machito homofóbico o una princesa que delicada. Para que tu hijo respete a su mamá, a su abuela, a las mujeres de su familia y también a sus compañeras y futura novia. Para que tu hija pueda ver que tiene un futuro más amplio que solo ser madre y dueña de casa y se sienta segura de contarte si la acosan, la violan o queda embarazada en situaciones que ella NO deseaba. Que sienta tu apoyo 

Porque estoy a favor de la vida.

Por mí y por ti, por todas, TODAS esas mujeres muertas.

SI TE IDENTIFICAS CON AL MENOS UNA DE MIS RAZONES ENTONCES TU TAMBIÉN TIENES MOTIVOS PARA SER FEMINISTA.

Es imposible no sentirme mal y sufrir cuando escucho sobre feminicidios, maltratos y violaciones, es imposible no enojarme cuando algo es injusto relacionado a nuestras demandas. No me digan que exagero cuando digo que nos siguen matando y seguimos siendo presas de una sociedad patriarcal.
Espero que esto como "testimonio", si quieren llamarlo así, aclare algunas cosas, el camino no está definido, los construimos todos los días de una u otra forma y no pararemos hasta lograr terminar con las desigualdades, la discriminación y el odio hacia nuestro sexo.


- Acuña, M. E. (2019) “Conceptos fundamentales: Posición occidental del sujeto teórico, tensiones sobre la idea biologicista de la mujer”, material del curso “Introducción a las teorías feministas”, impartido en UAbierta, Universidad de Chile.
Gil Menés, L. (2014). El símbolo del género: una aproximación a la simbología feminista. Madrid.
Varela, N., & Santolaya, A. (2008). Feminismo para principiantes (1st ed.). Barcelona: Ediciones B, S. A. 

--------------------------------------------- O ---------------------------------------------
1. Término que define una condición sociológica donde los hombres gobiernan y llevan una forma de organización y control social. En el siglo XX, pensadoras feministas usaron el término para referirse al "sistema social de dominación masculina sobre las mujeres" a través de la sexualidad, la economía, la violencia, la psicología, etc. (Acuña, 2019)

2. Tras la Revolución Francesa y el cambio de valores que aconteció, la idea de libertad cambió la forma de entender el mundo y los grupos dominados empezaron a ser conscientes de su posición y a tomar voz. Es en este contexto junto con los movimientos obreros surge el feminismo (Gil Menes, 2014). Las feministas de aquellos años instalan la idea de Vindicación, es decir, pedir para sí, para las mujeres, estos mismos derechos y transformaciones sociales que se definieron para los hombres, en tanto canon de lo humano (Acuña, 2019).

No hay comentarios:

Publicar un comentario