Nombre: Bajo el cerezo en flor. Antología de haikus.
Autor/a: María José Ferrada.
Año: 2016
Género: Poesía
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Este libro fue una casualidad en un día gris... casi negro. En otro momento dije que mientras algunas personas compraban chocolate o bebían alcohol cuando se sentían mal, yo compraba libros o leía alguno que tuviera; es que imaginar mundos, conocer nuevas palabras o trabajar en una historia podría considerarse una terapia.
Sin embargo, leer haikus fue totalmente distinto, la simpleza de las palabras, el trabajo con la naturaleza, la delicadeza de las imágenes que se transcriben no requiere de imaginar tantos mundos, conocer palabras difíciles o trabajar en toda una historia para analizarla. El haiku dice de forma sutil algo común pero que puede llevarte a reflexionar sobre lo asombroso que es contemplar y meditar sobre nuestro entorno.

Sin embargo, leer haikus fue totalmente distinto, la simpleza de las palabras, el trabajo con la naturaleza, la delicadeza de las imágenes que se transcriben no requiere de imaginar tantos mundos, conocer palabras difíciles o trabajar en toda una historia para analizarla. El haiku dice de forma sutil algo común pero que puede llevarte a reflexionar sobre lo asombroso que es contemplar y meditar sobre nuestro entorno.

Un perro
recibe dormido
la hoja de un árbol.
Kabayashi Issa
Sin duda está entre mis favoritos, "Bajo el cerezo en flor" Antología de haikus de María José Ferrada, con las ilustraciones de Celia Afonso Esteves y la traducción de Motoko Toda.
----------------------------------------------------- HAIKU -----------------------------------------------------
Se caracteriza por nombrar elementos de la naturaleza con un marcado sentido de las estaciones del año. En el poema habrá un concepto que en japonés se llama kiyo que será el que señala a qué estación se hace referencia, así por ejemplo si se habla de una luciérnaga podemos saber que se hace alusión al verano, mientras que si se habla de la escarcha, entendemos la referencia al invierno.
El Haijin (poeta de haikus) es quien de cierto modo habita poéticamente el mundo y representa el latido de este en tres versos... Esta antología, particularmente, recoge a las y los exponentes más destacados de Japón como Matsuo Basho, Chiyo, Yosa Buson, Kabayashi Issa y Masaoka Shiki en un recorrido por las estaciones del año y su naturaleza.
La mariposa revolotea
como si desesperara
en este mundo.
Kabayashi Issa
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¿Qué decir de esta lectura? la verdad es una re-lectura. La primera vez, al estar con un ánimo negativo, admito que solo leí y no me emocionó de gran manera.
En esta ocasión me tomé un tiempo, preparé el café y me acomodé. Son tres versos los que conforman cada haiku no es tan difícil leerlos, la simpleza de cada uno hacen que rápidamente las páginas vayan una tras otra, pero si te detienes y evocas la imagen que esos versos proyectan, puedes llegar a empaparte de una energía oriental (pueden creer que exagero, así lo sentí).
Sin duda, el trabajo realizado en los haikus son un descubrimiento de una literatura a la que no estamos acostumbrados, generalmente nuestras referencias son europeas u occidentales. Con esto creo que me propondré buscar más literatura oriental/asiática (cualquier sugerencia es bienvenida).
Estoy segura que el concepto de esta literatura tiene que ver con un lado más zen del ser humano, la meditación, reflexión y encuentro del yo con la naturaleza, esta "madre natura" a la que Huidobro trató de viejecita encantadora, Matsuo Basho dirá que es un sendero por el que se transita y que su fin, de una u otra forma, es llegar al haiku y viceversa. Es un intento por conectar los pies con la tierra y no con el cemento, sentir el viento en el pelo y no el smog de la ciudad, disfrutar del gélido invierno, saborear la fruta del verano, sentir crujir las hojas del otoño, ver nevar flores en primavera. Todo con una simpleza serena, sin metáforas, sin misterios, solo lo que está ahí, en el momento y como en una foto capturar escenas efímeras del mundo
un camino
que ni el hombre anda.
tarde de otoño
Matsuo Basho
Quién sabe y me atrevo (y tú también si quieres) a hacer haikus de nuestro entorno, lograr entrar en sincronía con lo que nos rodea, encontrar ese equilibrio y sentirnos a gusto parece una tarea muy difícil, los haijin, en su mayoría llevaban una vida entorno al budismo, eran monjes o viajantes que hacían penitencias, vivían de lo que la tierra les entregara y no ostentaban grandes riquesas, ¿llevar una vida así será lo que se necesita para encantar con estos versos? probablemente se trata de una vida que no se aferra a lo material. Mirar más allá de nuestro metro cuadrado pero sin interferir, trabajar por un bienestar mutuo. Amanecer encantados con la vida y anochecer en tranquilidad.
Suena como una vida ideal, lástima que no sea muy llamativo solo vivir de paz interior. Lo cierto es que nuestro entorno no puede no ser tocado cuando vemos tantas injusticias, tanta violencia, tanto odio. Lo que veo, duele y no puedo ser totalmente indiferente a ellos, tal vez no cambie el mundo pero al menos no quiero ser parte de la población indiferente, tal vez no es posible hacer algo por todas las causas que se defienden en el mundo, pero si puedo trabajar por algo, creo que es importante llevar la bandera de al menos una injusticia y cambiarla. Bueno, Eso quedará para conversarlo en otra ocasión.
Enredados
entre los pétalos
alas de pájaros.
Masaoka Shiki
Por ahora me quedo con la tranquilidad que da leer estos poemas, una belleza imperfecta como la que se expresa en el libro, una serena aceptación y un minimalismo propio de la cultura japonesa.
¡Para cerrar me atrevo a producir mi propio haiku de una de mis estaciones del año favoritas!
A VER QUÉ LES PARECE...
A VER QUÉ LES PARECE...
Crujen las hojas.
Se desprenden del árbol
melancólicas.